VALENCIA CF
PERO QUÉ COÑO NOS ESTÁ PASANDO EN ATAQUE
Quizá el título de esto sea algo descarado, pero, sinceramente, no se me ocurría otro método más breve al más puro estilo que describiera la principal pregunta que nos hacemos muchos del Valencia cada vez que juega el equipo durante esta campaña. Buen equipo hay, buen entrenador... aunque algunos ahora piensen lo contrario, lo tenemos, la defensa, mayoritariamente, rinde bien, Neto no es un drama en la portería, todo lo contrario, y nuestra medular junto a nuestros bandas muestran mucha actitud y muchas ganas con cada balón. No obstante, todo esto se va al carajo si los de arriba no consiguen meter ni un balón a la portería.
Tal vez me he pasado en torno a lo mencionado anteriormente, ya que no es sólo culpa de los delanteros que estemos en la cuerda floja, sólo faltaría, pero sí que inquieta a más de uno que se vean tan desacertados con el gol, y eso influye mucho en el resultado final. Ayer, por ejemplo, jugamos muy bien ante un Girona que venía con 7 bajas, pero si, encima, su portero, un tal Bono o como se diga, se hace el partido de su vida y detiene todo lo que no está escrito ante una delantera que genera pero que está gafada de cara al gol, pues apaga y vámonos. Ahora resulta que este tal Bono es el nuevo Oliver Kahn, y nunca mejor dicho, ¿no? A ver si continúa con esa misma racha el resto de la temporada, porque si se hace el partido de su vida únicamente ante nosotros, entonces ya es para tirarse desde un quinto. En fin, gran partido del portero del Girona, pero aparte, que la eficacia de nuestros atacantes, a años luz de la de un goleador puro, también influye en que nos fuéramos sin un pésimo gol a nuestro favor, y no sólo ayer, sino que se lleva repitiendo bastante durante varias semanas.
Y es que, ¿dónde está la delantera del año pasado? Vale, Zaza ya no está, y Vietto... creo que para por Inglaterra, creo, pero... ¿y lo que queda de la buena temporada que hicimos? Rodrigo Moreno, uno de los pilares la temporada 2017/18, anotando 19 goles y yendo al Mundial con España como premio.... ¿Dónde está ahora ese Rodrigo? Porque el Rodrigo actual ha padecido un bajón más notable que yo cuando me ilusiono por algo. Con todos mis respetos, pero el Rodrigo que tenemos ahora no vale 120 millones ni de coña, como decían algunos iluminados. En este instante, si vale 20, dale gracias, porque no aparece el mejor nivel del hispano-brasileño, y es una pena. Deseo que se ponga las pilas y vuelva a ser el del año pasado o el del Benfica.
Otro que parecía que sería el foco de las críticas pero que, la verdad, no es de los que peor está, es Santi Mina. Yo ya dije que se trataba del cuarto delantero del equipo, e incluso tampoco es que vaya sobrado de calidad como si fuera Icardi o Luis Suárez, pero nos salvó ante el Ebro, pelea cada esférico y busca el gol sin parar (aunque no siempre lo encuentre, pero siempre está allí buscándolo). Que tendría bastantes dificultades de ser el atacante titular este año, muchos lo dábamos por hecho. No obstante, ahora, con el nivel que se presenta en la zona ofensiva, ya no damos tanto por hecho que Mina tenga complicado jugar. Aún así, el año pasado estaba mucho más afortunado con el gol, no nos vamos a engañar, pero el tío continúa aquí, con esfuerzo. Veremos qué pasa con él.
Luego, me gustaría ir al punto crítico del asunto, en otras palabras, a los delanteros que acaban de llegar este verano, y quiero introducir este tema mediante una pregunta que define a la perfección todo lo que voy a citar a continuación. ¿Qué cojones les pasa? Venían, en principio, para sustituir a un Zaza el cual ya le echamos de menos porque todavía les falta bastante para hacer olvidar al italiano. Imaginaos. El caso de Gameiro, sinceramente, tampoco me sorprende tanto. No es un mal jugador, al contrario, es rápido y tiene calidad, pero uno se da cuenta de que no tuvo su mejor momento en el Atlético cuando lee por Twitter la oleada de burlas dirigidas al francés sin pausa, precisamente cuando sonaba para nuestro equipo. Muchos pensaban que con Marcelino volvería el Gameiro del Sevilla, aquel que se comía hasta el césped, otros que vendría un pufo que no terminaría de cuajar. Bueno, pues los "otros" han ganado la batalla porque, salvo el gol a portería vacía que anotó en San Sebastián, no da pie con bola.
Sin embargo, el otro fichaje que llegó a la entidad ché, el que generó muchísima ilusión para el valencianismo, también entra en el punto crítico del asunto. Todo amante del fútbol actual tiene que admitir que Michy Batshuayi es una bestia como delantero. Se la sacó en Lieja, se la sacó aún más en Marsella, con el Chelsea no se la sacó tanto pero ahí estaba, con el Dortmund se la volvió a sacar con más poderío y con la selección belga, pues más de lo mismo. Llegaba a Valencia un auténtico monstruo del área, un tipo con muchas cualidades como delantero y que yo admiraba mucho y sigo admirando. Bueno, pues como bien dicho muchos valencianistas, este Batshuayi no es el auténtico, el auténtico se ha quedado en Londres o no se ha movido de Rusia tras el Mundial. Este Batshuayi es su hermano. Exceso de individualismo en algunas ocasiones, intento de sobrado de técnica, falta de adaptación, falta de comunicación con su compañero en ataque... esto resumiría el actual Batshuayi, y lleva 2 goles, con lo que deseo que mejore su rendimiento, así podrá meter más de 10 en lo que queda de temporada (ojalá). Y la verdad, ¿por qué menciono el fichaje de Batshuayi como punto crítico del asunto? Porque me sabe mal verle tan mal en estos instantes. Muchos se cuestionan su llegada y critican su actitud en el campo, y me sabe mal porque parecemos unos desgraciados en este asunto. Ya con la llegada de Negredo en 2014, uno se hace a la idea. Traemos un delantero que promete mucho y despierta muchísima felicidad y es una pena que no rinda como se espera. Luego, ves a André Silva anotando goles como churros en Sevilla o a Paco Alcácer saliéndose en Alemania cuando nuestros delanteros apenas suman 5 goles entre todos.
En resumen, no me quiero enrollar más, que ya me he enrollado bastante. La crisis del Valencia CF deportivamente hablando es un hecho y la falta de eficacia en el gol es una de las causas. ¿Que cómo se soluciona esto? Bueno, aquí ya son distintas opiniones. Unos dirán que hace falta refuerzos, otros que hay que echar a más de uno, otros echan a culpa al club por haber echado a Simone Zaza, que por cierto, yo también le echo de menos, me encantaba verle, pero algunos ya hablan de que con él ya estarían igualados con el Barça. Quién sabe. Muchas alternativas posibles, aunque yo creo que si el equipo actual, confiando totalmente en Marcelino desde el portero hasta el punto más cercano a la portería rival, continúa trabajando con esfuerzo, actitud y compromiso, junto al apoyo de la afición, esta maldición con la cual convive el valencianismo hoy en día terminará evaporándose (o por lo menos eso quiero creer). Esto es todo.
Pol Belman
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