jueves, 25 de octubre de 2018

O NOS ECHARON UN MAL DE OJO O NOS ENCANTA EMPATAR

VALENCIA CF

O NOS ECHARON UN MAL DE OJO O NOS ENCANTA EMPATAR


Tampoco es nada nuevo estos días, es más, quizá voy un poco tarde, y es que la realidad supera la ficción. Y este fin de semana jugamos ante el equipo con más empates en este arranque ligero, después de nosotros, lógicamente. Ojo, que antes es preferible empatar a perder, de hecho, somos el equipo menos invicto en Liga en relación a las derrotas. Aún así, parece ser que también se nos ha olvidado marcar más goles que el rival, tristemente.

Todavía recuerdo en este verano que las ilusiones estaban por las nubes con las llegadas de increíbles jugadores como Batshuayi, Cheryschev, Wass o Gameiro e incorporando definitivamente a jugadores de vital relevancia que estaban cedidos, sobretodo atando finalmente a Guedes, cuyo culebrón por poco estuvo a punto de durar más que todas las temporadas de 'Big Bang Theory' juntas. En resumen, nuestro equipo actual presente un potente arsenal en todas las posiciones, no sólo dentro del césped, también en el banquillo con un magnífico entrenador que, pese a no haber arrancado de la forma más deseada, todavía hay mucha confianza puesta en su persona. Por eso y por toda la plantilla en general, la gente estaba encantada, hasta con Piccini, quien llegó con un par de críticas sobre la manga, pero lo importante era el equipo y el equipo prometía. No obstante, ¿quién iba a pensar en tal arranque? ¿Quién iba a imaginar tal momento de nerviosismo y desesperación? ¿Quién?

La verdad, el primer partido de Liga no fue malo, al contrario, competimos contra un poderoso Atlético y el gol de Rodrigo equilibró las cosas tras el primer tanto de Correa. Pues ese empate supo bien, la verdad, puesto que no imaginábamos que iba a ser el primero de muchos empates. Siguiente partido, ante el Espanyol, donde por poco se derrumba el estadio. Un inimaginable baño que nos dieron, aunque algunos lo dejaron pasar. Estábamos comenzado una nueva temporada y algunas nuevas caras tenían que adaptarse. Bueno, pues, a excepción de la Real con un solitario gol de Gameiro y una heroicidad de Neto, el resto de partidos en Liga han sido un cúmulo de reparto de puntos, y algunos de forma inimaginable. Ante el Celta, por ejemplo, parecía que la victoria iba a ser nuestra, que el primer tanto de Batshuayi significaría la primera victoria en Mestalla, pero tenía que ser Iago Aspas en los minutos finales para dejarnos con la miel en los labios. Ante el Barcelona, bueno, no os discuto el empate; pero que contra el Leganés, con todos mis respetos, no fuéramos capaces de marcar más de un gol después de todo el dominio que tuvimos, es digno de analizar. ¿De qué sirve tener el balón todo el maldito partido si luego tiene que ser un ejemplo puro de valencianismo en vena como es Gayà el que nos salve de la declive ante la empanada goleadora de nuestros puntas? Es que Gameiro aún está estudiando el método de no volver a fallar un mano a mano en el último minuto (dicho con todo el cariño y respeto hacia Kévin, que yo también lo habría fallado, aunque bueno, a él le pagan millonadas por algo y a mí me veis aquí echando currículums sin respuesta alguna). 

En Champions, pues qué queréis que os diga. Competir, lo que es competir, lo hemos hecho ante equipos grandes como la Juventus o el Manchester United, sinceramente, pero claro, ¡si luego no marcamos! ¿De qué sirve? Aunque por lo menos lucharon. Sin embargo, lo de ayer ante el Young Boys dejó a más de un furioso suelto. Yo no pude ver el partido. Me dio el venazo y me fui a correr pero, cuando vi el resultado, tampoco me sorprendió mucho. Que la clasificación hacia los octavos será complicada es un hecho más que real, pero todavía quedan otros tres partidos donde espero que la situación haya mejorado.

La razón de esta mala fortuna... pues no hay una concreta, en otras palabras, pueden existir infinitas razones. Algunos le echan toda la culpa a Marcelino, y creo que eso es pasarse. Es un gran entrenador, sabe lo que hace y deseo que encuentre la tecla correcta, que únicamente está probando cosas nuevas o es que todavía falta el toque final de adaptación en los recién llegados en torno a su sistema. Otros le echan la culpa a nuestros atacantes, que entre todos no suman ni cuatro goles en liga. En parte, estoy de acuerdo. No sé qué les pasa, porque calidad tienen de sobras, pero el gol les provoca alergia porque no están cómodos en la zona ofensiva por mucho que lo intenten, porque Rodrigo o Batshuayi, por ejemplo, batallan cada esférico hasta el final y aportan mucho, pero les falta chutar más a puerta y mejorar su efectividad. Yo creo que son rachas, etapas donde uno puede inflarse a meter goles o no puede ni olerlas, depende, sino mirad a Paco Alcácer o, de forma viceversa, mirad a Jackson Martínez. Nuestros delanteros son muy buenos. Supongo que tarde o temprano encontraran esa etapa donde les saldrá todo. Es más, quizá Santi Mina regresa tras su lesión y empieza a enchufarlas todas, o quizá ha sido mala idea haber sacado del equipo a Simone Zaza. Quizá. El tiempo lo dirá.

Luego, un jugador de gran importancia en la plantilla pero cuyo rendimiento ha generado una infinidad de críticas en forma de dardos es Parejo, el capitán. Para muchos, su rendimiento es digno de la temporada 2015/16, para mí, tampoco ha llegado a ese extremo. Dani sigue siendo un gran jugador con muy buena visión de juego (cuarto jugador con más pases completos en este arranque de Champions, según he leído. El primero es Sergio Busquets) y un gran golpe de falta. Ahora bien. ¿Que el Parejo actual no es ni de asombro el mejor Parejo que hemos visto? No lo descarto. Quizá lo que necesita es un descanso más continuo, que muchos partido seguidos conlleva a un notable cansancio, más aún si juegas tres competiciones. Algunos aficionados han mencionado varias veces en la opción variar la medular, en colocar a Soler en lugar de Parejo, por ejemplo, o meter a Coquelin junto a Kondogbia, rey insustituible. Pues, bajo mi punto de vista, no vería mala idea dar un descanso a Parejo, si es que lo necesita, y jugar en la medular con Carlos Soler como medio centro ofensivo y Kondogbia y Coquelin detrás, cubriéndole las espaldas. El juego, quizá, sólo quizá, sería digno de admirar.

En resumen, son muchas las alternativas que Marcelino puede llevar a cabo para mejorar esta situación, aún así, ya os digo que plantilla de garantías hay de sobra, jugadores que pueden dar mucho más hay y otros que realmente pueden manejar el timón del valencianismo también. Por lo tanto, en un futuro no muy lejano y si todo va como esperamos, las victorias llegarán, y sino, o es que nos echaron una maldición digna de lamentarse o es que al equipo le encanta empatar. Y tranquilos, que para quien no lo sepa, en enero vuelve Aderlan Santos a Valencia, aunque él quiere quedarse en Brasil. Menuda lástima. 
Pol Belman